Tu recién adquirido aire acondicionado móvil probablemente incluya un útil mecanismo de ruedas pivotantes, lo que facilita su traslado de un ambiente a otro. Aunque es práctico, si tu trayecto incluye pasar de pisos de madera a carpetas delgadas, es prudente planificar tu camino. Estos aparatos pueden tener un peso que oscila entre 23 y 36 kilogramos, así que considera la posibilidad de contar con ayuda adicional para su traslado si resulta necesario.
- * Respecto a su colocación, es recomendable situar tu aire acondicionado móvil en un suelo firme y equilibrado, distanciado de elementos como muebles o cualquier otro adorno del hogar.
- * Las dos características más importantes de tu aire acondicionado móvil son la ventilación y el sistema de drenaje. Sin importar en qué estancia decidas ubicar el aparato, es esencial disponer de una ventana que ofrezca acceso al exterior. Esto es vital, ya que el dispositivo absorberá el aire caliente del interior y lo expulsará hacia afuera mediante un conducto. No hay motivo de preocupación por encontrar elementos adicionales para la ventilación, puesto que el equipo viene provisto de un kit completo de serie. Normalmente, este incluye un ducto de evacuación, conectores para el ducto, sellador de espuma para la ventana, entre otros.
- * En lo que respecta al drenaje, es crucial determinar si tu aire acondicionado evacuará el agua de forma automática hacia un desagüe, lavamanos, cubo o si requerirá que retires manualmente el agua acumulada. En caso de contar con drenaje automático, el equipo debería incluir un conducto específico. Verifica que este esté correctamente instalado y dirigido hacia un lugar adecuado para su evacuación.
- * Asegúrate también de que exista una conexión eléctrica cercana. De no ser así, podrías necesitar replantearte la ubicación del aire acondicionado, ya que el uso de cables de extensión y tiras de enchufes puede representar un riesgo significativo de fallo.
- * No olvides revisar el manual del usuario, dado que cada modelo puede presentar distintas componentes y requerimientos de instalación.
Paso 1: mide tu ventana
Utiliza un metro para tomar la medida exacta del ancho del marco de tu ventana; este dato es esencial para saber cuánto material de relleno de espuma necesitarás aplicar en el alféizar. Aunque parezca insignificante, ese material protector juega un papel vital en prevenir la entrada de insectos, suciedad, agentes contaminantes y el exceso de temperatura exterior a tu vivienda.
Esa misma dimensión que registraste es necesaria para calcular el tamaño del soporte de montaje para la ventana de tu unidad de aire acondicionado. Si tienes dudas sobre qué pieza es, busca un elemento alargado y rectangular, hecho de plástico (o un material parecido), que incluya una abertura circular destinada a la manguera de desagüe del equipo.
En caso de que el soporte pueda extenderse, modifícalo para que se ajuste perfectamente al ancho de tu ventana. Si se trata de un modelo fijo, quizá sea necesario recortarlo para que encaje a la perfección. Con el material de relleno y el soporte correctamente instalados, cierra bien la ventana hasta asegurar un sellado óptimo y asegúrala al marco con los tornillos de seguridad que el fabricante del aire acondicionado proporciona.
Paso 2: conecta la manguera de ventilación
Posiciona el aire acondicionado adecuadamente e inicia conectando el tubo de ventilación primero al extremo trasero del dispositivo y seguidamente al puerto de salida de aire de la ventana en el aparato de sujeción. Durante la instalación, es preferible mantener el conducto lo más alineado posible para favorecer una óptima circulación del aire.
Las dobleces y las configuraciones irregulares en el trayecto de la ventilación pueden provocar un reflujo del calor, situación que tiene el potencial de deteriorar el aire acondicionado o permitir la entrada de aire caliente al ambiente que deseas refrescar.
En situaciones donde resulte complicado lograr un cierre perfecto entre el aire acondicionado y el tubo, o entre el soporte y el tubo, es recomendable aplicar varias capas de cinta aislante en el punto de unión para asegurar el cierre.
Paso 3: conecta la manguera de drenaje (opcional)
Si deseas que tu climatizador portátil evacue el agua automáticamente hacia un sistema de drenaje, ya sea un desagüe, un fregadero o incluso un cubo, comienza conectando el tubo de desagüe al equipo, asegurándote de que esté correctamente fijado, para luego dirigirlo hacia el lugar de evacuación previamente seleccionado.
Es importante saber que no todos los climatizadores portátiles incluyen un tubo para el drenaje del agua, lo que significa que, si tienes la intención de utilizar este método para la eliminación del agua, podría ser necesario adquirir un kit de tubo adicional, ya sea directamente del proveedor original o de una fuente alternativa.
Paso 4: listo para la acción
Después de haber conectado adecuadamente todas las mangueras, el siguiente paso es enchufar el aire acondicionado portátil. Es fundamental asegurarse de que lo conectes a un enchufe que cuente con conexión a tierra, para prevenir cualquier incidente relacionado con descargas eléctricas o fallos similares.
El enchufe de tu equipo de aire acondicionado portátil está diseñado con botones de prueba y de reinicio. Oprime el botón Prueba para activar el mecanismo de seguridad anti fallos del dispositivo. En caso de que la unidad identifique algún problema con la corriente eléctrica que recibe, interrumpirá el suministro eléctrico de manera inmediata. Posteriormente, oprime el botón Restablecer para iniciar el funcionamiento de tu equipo.
Ahora solo resta acomodarse, colocar las pilas en el mando a distancia del aire acondicionado portátil (si es que lo requiere) y gozar del ambiente fresco y puro que te brindará durante todo el verano.
Una última recomendación: no olvides limpiar el filtro
Similar a los deshumidificadores y diversos aparatos domésticos que purifican el aire, tu climatizador portátil poseerá un filtro HEPA situado ya sea en su zona posterior o en un costado.
A primera vista, este componente de tejido fino podría subestimarse, sin embargo, desempeña un papel crucial en la captura de elementos nocivos presentes en el aire, tales como el polvo y la suciedad, impidiendo su ingreso al entorno de tu vivienda. No obstante, este filtro tenderá a acumular impurezas con el paso del tiempo, lo cual podría mermar el rendimiento óptimo de tu climatizador.
Es recomendable, al menos una vez cada mes y basándose en el nivel de acumulación de polvo en tu entorno, proceder a extraer y limpiar a fondo el filtro. Dedicarle apenas cinco minutos a esta tarea contribuirá significativamente a mantener tu climatizador operando con la misma eficacia que mostraba al momento de su estreno.
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